Nuestra historia

El café ha formado parte de la historia de mi familia durante generaciones. Nuestras raíces cafetaleras se remontan a mis tatarabuelos, Joaquín Rodezno y Úrsula Milán, dueños de una gran finca cafetalera en El Salvador. Su hija, María Aracely Rodezno Milán, transmitió esta profunda conexión con la tierra y su cosecha a mi abuelo, José Godofredo Rodezno, el hombre cuyo nombre y legado inspiran todo lo que hago hoy.

Mi abuelo, conocido por muchos como Don Godo , nació en el mundo del café. Como hijo único, se encargó de continuar las tradiciones familiares. Aprendió de parientes que dominaban el arte del café y dedicó 53 años de su vida a este oficio, trabajando como agricultor y comerciante. No solo cultivó el café, sino que lo cuidó, gestionándolo todo a la antigua usanza, con paciencia, cuidado y un compromiso inquebrantable con la calidad.

Pero para él, el café era más que un medio de vida. Era una forma de unir a la gente . Siempre decía:
"En la estufa siempre debe haber una jarra de café llena, porque a todo el que llega hay que ofrecerle una taza de café".
No se trataba sólo del café en sí, se trataba de calidez, hospitalidad y compartir algo especial.

Cuando falleció mi abuelo, mi madre heredó la finca. Al igual que él, siendo hijo único , sentí la responsabilidad de continuar la tradición. Trabajé junto a él de niño, observando cómo lideraba con sabiduría y experiencia, pero nunca tuve que hacer el trabajo yo mismo. Él hablaba, y las cosas se hacían. Cuando se fue, enseguida me di cuenta de que saber cultivar café no era suficiente; tenía que aprender todo el proceso, desde el cultivo y la cosecha hasta el negocio y la exportación.

Recurrí a las personas en las que él confiaba —sus amigos, trabajadores y socios— para que me ayudaran a completar mis conocimientos. Poco a poco, acepté el reto, asegurándome de que la misma reputación que él forjó por la calidad excepcional de sus granos perdurara. Pero quería ir más allá de producir café. En lugar de enviar nuestros granos a otros para que los procesaran, decidí crear nuestra propia marca , Godo's Coffee , para compartir con el mundo el café de calidad de nuestra familia, tostado y elaborado con la misma dedicación de mi abuelo.

Hoy, me enorgullece decir que estamos empezando a exportar directamente desde El Salvador a Estados Unidos , llevando nuestro café a clientes, empresas, cafeterías y tostadurías de todo el país, y, con suerte, del mundo algún día . No solo vendemos granos tostados, sino que también ofrecemos granos verdes (oro) para otros tostadores que buscan café de primera calidad.

Para mí, esto es más que un negocio. Es el legado de mi abuelo , que perdura en cada cosecha, cada tueste y cada taza. Si pudiera verme ahora, espero que se sintiera orgulloso, que viera una parte de sí mismo en mí.

Con orgullo, nostalgia y calidez , te invito a vivir nuestra historia con cada sorbo.

-Carlos Rodezno